Unas vacaciones dan para mucho. Hay dias mas relajados y sosegados y otros donde tu cuerpo se adentra en un éxtasis generalizado, aquel en el que cuerpo y mente adquieren papeles antagónicos. O bien eso, o es que te has pegado una borrachera de padre y señor mío. Para un ejemplo, este espontáneo.
Lo mejor, sin duda, la risa del que porta la cámara...
Aquí el blindex hizo su función.
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